Un autónomo decidió tomar unas vacaciones y se fue a una playa paradisíaca. Cuando volvió, sus amigos le preguntaron cómo fue. Él respondió: “Fue genial, pero cada vez que me tumbaba en la playa, me entraba un ataque de culpabilidad por no estar trabajando”.

Había una vez un autónomo tan ocupado que nunca tenía tiempo para relajarse. Un día, decidió buscar una solución y se enteró de un famoso gurú de la gestión del tiempo. Desesperado, fue a verlo y le preguntó: “¿Cómo puedo administrar mejor mi tiempo y tener un equilibrio en mi vida?” El gurú sonrió y le dijo: “Te enseñaré un antiguo secreto”. Le entregó un frasco vacío y le pidió que lo llenara con piedras grandes. El autónomo lo hizo y luego le preguntó qué hacer a continuación. El gurú le dijo: “Ahora, llénalo con piedras pequeñas”. El autónomo siguió las instrucciones y el frasco se llenó con las piedras pequeñas. Entonces el gurú le dijo: “Ahora, llena el frasco con arena”. El autónomo vertió la arena y el frasco parecía lleno. Pero el gurú le preguntó: “¿Qué aprendiste de este ejercicio?”. El autónomo respondió: “Aprendí que si priorizo las cosas importantes (piedras grandes), puedo encontrar tiempo para las cosas pequeñas (piedras pequeñas) y aún así hacer espacio para las tareas menos urgentes (arena)”. El gurú sonrió y dijo: “Exactamente, administra tu tiempo como llenaste este frasco y encontrarás el equilibrio que buscas”.

¿Cuál es el juego de mesa favorito de los autónomos? ¡El Monopolio! Les encanta simular ser dueños de todo.

¿Cuál es la canción favorita de los autónomos? “I Will Survive” (sobreviviré) de Gloria Gaynor.

¿Cuál es la diferencia entre un autónomo y un empleado? El empleado cuenta las horas que trabaja, y el autónomo cuenta las horas que le faltan por trabajar.

¿Qué hace un autónomo cuando tiene un día libre? ¡Se siente culpable por no estar trabajando!

¿Por qué los autónomos nunca se aburren en el trabajo? Porque siempre tienen un montón de impuestos para entretenerse.

Había una vez un autónomo que estaba tan concentrado en su trabajo que apenas salía de su oficina. Un día, un amigo le insistió en que se uniera a un grupo de networking. El autónomo aceptó a regañadientes y asistió al evento. Para su sorpresa, hizo muchos contactos y obtuvo nuevos clientes. Cuando su amigo le preguntó qué había aprendido, el autónomo respondió: “Descubrí que el verdadero negocio no está solo en mi oficina, sino también en las conexiones y relaciones que establezco fuera de ella”.

Un autónomo decidió llevar a su perro a la oficina todos los días. Un cliente curioso le preguntó: “¿Por qué siempre traes a tu perro contigo?”. El autónomo respondió con una sonrisa: “Bueno, mi perro es un experto en marketing”. El cliente se sorprendió y preguntó: “¿En serio? ¿Cómo es eso?”. El autónomo explicó: “Cuando el perro entra en la sala de reuniones, todos se emocionan y le dan mucha atención. Luego, cuando se van, les entrego mis tarjetas de negocios”.

Un autónomo decidió contratar a un asistente para ayudar con las tareas administrativas. Después de un tiempo, el autónomo notó que el asistente siempre estaba ocupado, pero no parecía estar haciendo mucho trabajo. Curioso, le preguntó: “¿Qué haces todo el día?”. El asistente respondió: “Estoy automatizando tus tareas para que tengas más tiempo libre”. El autónomo quedó impresionado y preguntó: “¿En serio? ¿Cómo lo haces?”. El asistente sonrió y dijo: “Bueno, te explico: mientras tú me pagas para trabajar, yo aprovecho ese tiempo para aprender a programar”.

Un autónomo estaba tan agobiado por la cantidad de papeleo que tenía que hacer que decidió contratar a un mago para que lo ayudara. El mago le dijo: “Te ayudaré a desaparecer todo el papeleo”. El autónomo quedó impresionado, pero luego preguntó: “¿Puedes hacer lo mismo con mis impuestos?”. El mago respondió: “Lo siento, eso está más allá de mis poderes”.

Un autónomo estaba tratando de explicar su negocio a un niño pequeño. El niño lo miró confundido y preguntó: “¿Entonces trabajas para ti mismo?”. El autónomo respondió: “Sí, exactamente”. El niño pensó por un momento y dijo: “¡Wow! ¡Eres tu propio jefe! ¡Eso significa que puedes tomar siestas cuando quieras!”.

Un autónomo fue al médico y le dijo: “Doctor, creo que tengo un problema con el síndrome del multitasking”. El médico le respondió: “No te preocupes, te daré una receta para eso. Toma una dosis de organización, dos de enfoque y descansa durante 10 minutos cada hora”.

¿Qué hacen los autónomos cuando tienen un mal día? ¡Facturan con humor! Les ayuda a mantener el ánimo en alto.

Un autónomo fue a una conferencia sobre productividad. El conferencista le dijo: “Debes aprender a delegar tareas”. El autónomo respondió: “¡Ya he delegado! Ahora delego la responsabilidad de delegar”.

¿Qué hace un autónomo cuando tiene insomnio? Se levanta y trabaja en su lista interminable de tareas pendientes.